Cómo forrar libros

Sea la época que sea del año escolar, aprender a forrar libros es una buena opción no sólo para el ocio, sino para también conseguir ahorrar dinero en libros y mantenerlos en el mejor estado posible.

Se define como forrar libros a la acción de envolver los libros en plástico de una forma eficiente. Esto sirve para proteger a los libros de los agentes externos, haciendo que el libro dure más años y se mantenga en buen estado durante mucho tiempo.

Esta práctica es casi milenaria y por este motivo, muchos fabricantes de libros ya incluyen forros dentro de los mismos, ya que saben que los estudiantes inteligentes forran sus libros. Sin embargo, todavía hay muchos que no tienen el libro forrado, principalmente porque no saben hacerlo.

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Muchos se han acostumbrado a que se lo hagan sus padres y ahora están en la universidad y están “en pañales”. Otros son padres primerizos que forran el libro de primero de primaria del niño y no saben cómo.

Seas quien seas, forrar un libro es muy sencillo si tienes cuidado y sigues los pasos correctos. Hoy te enseñaré a hacerlo, sobre todo para que tengas unos libros bien cuidados y además pases un rato agradable haciéndolo, ya que podrás sentir el olor a nuevo de los libros antes de forrarlos.

Instrucciones para forrar libros

  1. Conseguir el forro adecuado para cada libro:
    Lo primero que debemos hacer a la hora de poder follar libros de la forma correcta, es acudir a nuestra librería de confianza para conseguir el forro adecuado para nuestro libro. Esto lo digo porque hay forros que son más gruesos, otros que tienen más resistencia y otros incluso que son de colores. En la mayoría de los casos, si tenemos el típico libro de texto de instituto o colegio, nos valdrá con el forro estándar de los de toda la vida, es decir, de estos que vienen en forma circular en forma de rulo y que no son muy gruesos. Este forro se adapta completamente al tamaño del libro por arriba, sobresaliendo lo justo para poder colocarlo bien y por supuesto, podremos escoger el tamaño que queramos de manera horizontal. Por supuesto también tienes que conseguir celo de calidad para poder forrar los libros. Una vez que lo hayas conseguido todo, ya podemos empezar a forrar el libro.
  2. Cubrir el libro completamente:
    Ahora que ya tenemos el forro comprado, ya es hora de comenzar con el forrado del libro tranquilamente, algo que podemos hacer en muy poco tiempo, te doy mi palabra. Lo primero que vamos a hacer es coger el forro, estirarlo completamente de forma horizontal y apoyar el libro abierto boca arriba encima del mismo. Trata de colocar el forro a la misma altura por arriba y por abajo y trata de dejar suficiente espacio a ambos lados del mismo. Cuando veas que ya lo tienes, coge unas tijeras y recorta el forro por el lateral, para así dejarlo listo para poder continuar con el proceso. Ahora ya tienes el forro que vas a usar listo para ser creado.
  3. Recortar con la forma del libro:
    En muchas ocasiones, tenemos un grave problema y es que nos hemos pasado recortando el forro y tenemos de más. Yo lo que hago es que antes de pegar nada doblo el forro por los laterales y veo si tiene el tamaño deseado, ni muy corto porque se soltaría, ni muy largo porque no quedaría estético o podría llegar al papel. También me fijo en que la colocación sea simétrica, ya que debe de quedar la misma distancia por el lado izquierdo que por el lado derecho, no sólo por estética, sino porque así se sujetará mejor el foro y funcionará mejor. Ahora es la hora de empezar a forrar de verdad el libro, así que prepárate porque ya viene lo bueno.
  4. Pegar el libro por los bordes laterales para mantenerlo fijo:
    Ahora vamos a doblar el forro por el lateral, de tal manera que no sobre nada y todo vaya hacia adentro. Lo debemos hacer por ambos lados y debemos asegurarnos de que quede igual por la izquierda que por la derecha, además de fijarnos en que quede igual también por arriba y por abajo. Ahora cogemos un poco de celo y pegamos el forro al libro, primero por un lado y luego por el otro. Ahora ya tendremos la mitad del libro forrado, algo que es bueno para nosotros. Además de eso, ya no nos vamos a tener que preocupar por las desproporciones, ya que al mantenerse pegado, se va a mantener sujeto y en la proporción inicial. Si nos ha quedado descompensado, es tan sencillo como despegar el celo, colocarlo y pegarlo con celo nuevo. Por cierto, trata de pegar el forro usando celo que cubra todo el lateral, pero nunca pongas celo encima de celo, ya que el celo de arriba despegará al de abajo y será peor el remedio que la enfermedad.
  5. Recortar la zona del centro en forma triangular:
    Ahora que ya hemos acabado con el tema del lateral, debemos encargarnos de forrar el libro por arriba, para que quede de la forma correcta. Eso sí, los libros están separados por una zona central que no se puede forrar, así que hay que hacer una pequeña modificación para poder forrar el libro. Esto es muy sencillo, ya que lo único que tienes que hacer es cortar el forro por el lado del centro haciendo un triángulo, ya que de esta manera, el libro se podrá cerrar perfectamente y no habrá ningún problema. Como siempre, intenta que la parte de arriba quede igual que la de abajo, de la forma más simétrica que te sea posible, usando unas tijeras e imaginando que lo cortas a través de unas guías. Si te resulta más sencillo, coloca una regla encima del forro y sigue la línea imaginaria que forma la regla, ya que así vas a poder cortar mucho más recto que de la otra manera.
  6. Pegar el libro por arriba y finalizar el forrado del libro:
    Finalmente es el turno de pegar el libro el libro por arriba para finalizar por fin el forrado del libro. Este paso es muy sencillo, ya que lo único que hay que hacer es doblar el forro hacia adentro y pegarlo con celo, de una forma muy similar a lo que hemos hecho en el paso de hacerlo de forma lateral. Hazlo primero por un lado y después por el otro, para tenerlo todo completo al 100%. Eso sí, si tu libro es muy pequeño y tu forro muy grande, te aconsejo recortar un poco el forro por arriba, siguiendo de nuevo una línea imaginaria para que sea recta. Una vez lo hayas hecho, estará mejor ajustado a tu libro y por supuesto tendrá una mayor calidad, así que hazlo sin lugar a dudas. Antes de terminar, haz una prueba, es decir, coge el libro, agítalo con fuerza, ábrelo y ciérralo. Si ves que el forro aguanta, ha pasado la prueba y ya puedes llevar tus libros o los de tus hijos al colegio. Sin embargo, si ves que el forro se despega o se desajusta, es que algo has hecho mal, así que repasa todos los pasos de este artículo y corrige el problema, para después repetir otra vez la prueba de fuego hasta que el forro no se caiga.
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